miércoles, 28 de noviembre de 2012

Just more careless dramma

No he comido nada desde el almuerzo y me duele la cabeza. Por Dios (aclaro que lo digo metafóricamente porque no creo en Dios), no recordaba lo que es sentirse así. Cansada. Rendida. Exhausta. Y la verdad no entiendo porqué, hoy prácticamente no hice nada más que estar echada en la cama leyendo, el único ejercicio que hice fue caminar 40 minutos, como para hacer algún ejercicio, por más mediocre que sea. La verdad no tengo tanta hambre, sólo unos leves atisbo de ella, lo cierto es que mañana no pienso comer, ya tendré que comer el viernes, que me gradúo (WEEEE! Me gradúo!!) y saldré a comer con mi mamá y luego a la cena de graduación de una amiga, y después las dos fiestas de graduación a las que me invitaron, en fin... Será demasiada comida éste fin de semana. ¿Cómo se puede comer tanto siendo tan gorda? Ser delgada es lo que más deseo en éste momento sin embargo eso no parece ser motivación suficiente, siempre caigo... Una y otra vez. Pero bueno, al menos siempre me levanto, porqué así soy. Estoy muy loca y desequilibrada. Me faltan muchas cosas y a la vez no me falta nada. Y no me atrevo a decirselo a nadie cómo me siento porque lo más probable es que no sepan que decirme y no me gusta ver a la gente en esa clase de situaciones. Además, ¿A quién le importa? A mis padres no les importa en lo más mínimo lo que suceda conmigo, si bien desearían poder desentenderse del todo de mí porque no les acarreo más que decepciones. Y me pone triste ser así. Que mis papás no me quieran me afecta, muchísimo, incluso si no lo reconozco porque soy demasiado orgullosa y testaruda e infinitamente estúpida. Soy demasiado estúpida y me jode ser así. Ser fea y estúpida. Estar tan vacía por dentro... Y que además ese vacío me carcoma desde las entrañas. Es horrible. Nunca sé como explicarle a la gente. No entiendo por qué me afecta tanto lo de mis padres, quizá porque siempre quise ser normal a pesar de que soy perfectamente consciente de que la palabra "NORMAL" no va conmigo. At all. Ni siquiera en un universo paralelo yo sería "normal", porque es imposible. No puedo ser normal. Las circunstancias y la forma en que me criaron son recordatorios constantes de que nunca seré normal, NUNCA, y se siente como una bofetada en la cara. Por eso la pregunta que más me incomoda es "¿Por qué vives con tu tía?", después de pensarlo mucho llegué a una respuesta práctica y lo suficientemente satisfactoria que no deja lugar a dudas: "Porque mi papá viaja siempre y podría vivir con mi mamá pero ella está todo el día ocupada, entonces por eso mejor vivo con mi tía y nos vemos en vacaciones". La verdad es que odio las vacaciones con mi mamá, siempre son un desastre, la primera semana todo es color de rosa hasta que empieza a quejarse sobre alegaciones infundadas. Desearía que se quejara que cosas reales, de cosas que verdaderamente son mi responsabilidad, porque así sabría que hay que modificar para que las cosas funcionen. Pero no, se queja de las cosas que no hago y que no digo. Y vaya, si simplemente se quejara de la forma en que la gente usualmente lo hace, pero infortunadamente, mi mamá tiene una facilidad extraordinaria para ponerse como una energúmena, y usualmente yo pago los platos rotos. Y no sé que hacer. No sé que si debería hacer y que no. Con mi mamá nunca se sabe. Nunca sabes nada. Pero la verdad importa muy poco lo que haga porque siempre terminará enojándose y haciéndome llorar. Mi mamá no me conoce y el hecho de que jure y re jure que me conoce en parte me ofende, porque no es así, pero incluso si no me conoce, todo lo que me dice me hiere, profundamente, y aunque a veces me las arreglo para hacer caso omiso a sus afrentas, muchas de ellas me han llegado directo al corazón y nunca podré olvidarme de ellas. Sólo sé que está loca y parte de su locura la transmitió a mí, para que viva por los siglos de los siglos, amén. La gente insiste en decirme que soy una versión mejorada de mis padres, pero yo no dejo de pensar que soy producto de un sincretismo genético más bien bastante desafortunado. No saqué ninguna de las cualidades positivas de ninguno de mis progenitores. Ni la belleza de mi mamá, ni la inteligencia de mi papá. Creo que aquellas son de las escasas cualidades rescatables de ambos, porque adolecen de un gran cúmulo de defectos. No quiero comer. No comeré. Seré delgada. Fin.

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