jueves, 4 de noviembre de 2010

Lo intenté

Lo intenté, en serio lo intenté. Intenté dejar todo el royo de la anorexia que me consumía, intenté con todas mis fuerzas, pero ya es hora de ser realista y aterrizar a la realidad, o realidades:
  1. Soy gorda y siempre lo seré.
  2. Nunca podré sentirme bien con la "yo" que veo en el espejo.
  3. Estoy atrapada y no puedo escapar.

Cuando me metí a la anorexia, hace casi un año, el 24 de diciembre del 2009, pensé que podía jugar un rato... Dejar de comer, bajar de peso, llamar la atención, me ponían con un psicólogo y listo, problema solucionado. Tendría a todos comiendo de mi mano, harían todo lo que quisieran.. Pero lo cierto es, que lo único que deseaba era lastimar, destruir y humillar a los que habían hecho lo mismo conmigo, porque soy rencorosa, vengativa, y NUNCA olvido. Tal vez sea un defecto, o una cualidad.. No lo sé, tampoco me interesa, estoy bien así, y pasará mucho tiempo antes de que cambie de opinión.
Ahora me doy cuenta de que no hay nada que pueda controlar, ni siquiera mi cuerpo, mi peso.. Todo lo que puedo hacer con mi cuerpo... Puedo manipular, mentir, engañar, pero yo sé que sólo soy yo misma la que se está manipulando, mintiendo, incluso si peso 50 kg, o 60.. Da igual, siempre estaré gorda en mi cabeza enferma. Sé que estoy enferma, ¿Y qué? Es mi problema, y me las he arreglado bien hasta ahora, tú quédate con los tuyos.
Todos esperan que yo solucione sus problemas, soy la que siempre escucha, aconseja, consuela, abraza... Pero al final también soy la que nunca es escuchada, ni aconsejada, consolada, abrazada, nada... Y ahora, luego de pasar un año convenciéndome a mi misma de que soy una bitch sin sentimientos, me lo he creído, y ha acarreado serias consecuencias. Ya no puedo querer a nadie, no me queda más alternativa que mentir cada vez que alguien me dice "Te quiero", responder un "Yo también" hipócrita y falso, eso soy, eso seré, eso fui siempre.

También es cierto que soy una buena persona, que me gusta ayudar a los demás (aunque sin ser ayudada nunca de vuelta), pero cuando das la mano, te toman el brazo entero, te comen viva.
Y me harté de ser tomada por estúpida.